Uno de los males del márketing es que nos hace abusar de los anglicismos como si no hubiera alternativas en español. A lo mejor es muy rimbombante hablar de mercadotecnia, pero en otros casos bien podríamos prescindir de la terminología inglesa y usar la nuestra propia. ¿Tanto cariño le hemos tomado a deadline o conference call? Pero hoy nos vamos a centrar en un término que nosotros usamos cada día, por razones obvias, cuya versión hispana va poco a poco abriéndose camino: la palabra influencer.
Todo el que se considera serlo lo escribe bien claro en su bio, no obstante, algunos empiezan a llamarse a sí mismos influenciadores.
La palabra no está aceptada por la Real Academia, aunque tiempo al tiempo. Es, probablemente, la traducción más afinada que se nos ocurre a todos. No podemos decir Influyente con ese mismo sentido, ya que es un adjetivo y no un sustantivo, pese a que evolucionaría del verbo Influir igual que Cantante del verbo cantar o Caminante del verbo Caminar. Porque estamos de acuerdo en que Influidor suena bastante mal, ¿no?
Si nos fijamos, hay otro verbo sinónimo, aceptado por la RAE, del que podríamos extraer una nueva versión. Con el verbo Influenciar, de donde sacamos la palabra Influenciador, sí podríamos formar el término Influenciante, mismas sílabas, mismo significado. Si ya nos cuesta trabajo ponernos de acuerdo sobre qué son y qué hacen, a quién se le puede llamar eso y a quién no, no parece fácil ir a consensuar una única denominación tan fácilmente.
La cuestión no es sólo si usar la versión inglesa o la española, si no también con cuál de las opciones en nuestro idioma debemos quedarnos. ¿Con cuál te quedas?
Tenemos un dilema. ¿Cómo debemos llamar a los #influencers en español? https://t.co/7nrqPfyHHL
— DeQuéBuzz (@DeQueBuzz) 10 de junio de 2016